lunes, octubre 13, 2008

Retiro Espiritual "Un regalo Bendecido"

A continuación quiero entregar a Uds. a mis hermanas catequista un modo de reflexión en esta experiencia de Retiro espiritual, que vivieron este fin de semana y que deseo humildemente lo disfruten y que tengan un acercamiento concreto con lo que es el Proyecto de Vida que tenemos los cristianos a partir de una revisión interior de nuestra conquista de la propia identidad como personas, como hombres insertos en una cultura concreta, como seres responsables de la propia vida que han ido asumiendo paulatinamente su ser en relación consigo mismo, con los demás, con la naturaleza y con Dios.

Para empezar a proyectar nuestra propia vida, se requiere, en una primera instancia conocer dos cosas: dónde se está parado y adónde se quiere llegar.
PARA COMENZAR Y ENTENDER ESTOS ASPECTOS TRATARÉ DE EXPLICARLO CON ESTE EJEMPLO QUE ENCONTRÉ POR AHÍ Y QUE DE ALGÚN MODO GRÁFICA LO QUE SE QUIERE DAR A ENTENDER.

«Cuenta la historia que aquel joven, centrado siempre en sí mismo, pasaba horas y horas en el espejo. Siempre miraba su figura, lo flaco o gordo que estaba, las espinillas nuevas que tenía, lo brillante u opaco de su cabello, los músculos que desarrollaba, cuanto vello tenía su cuerpo, lo atractivo o mal que se veía con tal o cual ropa… etc.

Un día, un fuerte viento, que entró por la ventana de su pieza, hizo que el espejo que estaba colgado en una muralla de su habitación, se cayera y destrozara en mil pedazos.

Con gran angustia el joven, pidió a su madre que le comprara de nuevo un espejo, pero esta vez, le pidió una más grande, para poder verse en totalidad. Su madre, accedió a comprarle un gran espejo, pero junto con esto, le regaló dos más.

En el marco del primer espejo, mandó a tallar: “”lo que eres”. En el segundo espejo puso la inscripción: “lo que debes ser” y en el tercer espejo “lo mejor que debes desarrollar”.

Cuando el joven, rompió el papel del primer espejo, se contempló a sí mismo. En el segundo, encontró la figura de un hombre adulto en medio de mucha gente y en el tercero la imagen de Jesucristo.»


Bueno interesante no, veamos que nos quiere decir este cuento interpretándolo paso a paso
Significado del cuento.

Un proyecto de vida, recoge la experiencia de los cuatro espejos. Pues se trata de empezar a proyectar la propia vida hacia una meta, hacia un fin particular y concreto. En una verdadera vida cristiana, la base del proyecto de vida es la experiencia de Fe en Jesucristo como Hijo de Dios y Salvador de toda la humanidad.

El espejo colgado en la muralla de la habitación, representa nuestra etapa de crecimiento estancada. Refleja aquella tendencia narcisista a centrarnos siempre en nosotros mismos, reflejando sólo nuestra apariencia, lo externo, lo corpóreo…

El viento que irrumpe, simboliza para nosotros la experiencia de Fe en la persona de Jesús, que es capaz de liberarnos de la esclavitud de nuestra propia imagen para abrirnos a la búsqueda de la verdadera imagen interior, despojándonos de todo aquello que nos impide crecer en totalidad. El pecado de este joven es precisamente el haberse convertido en principio, medio y fin de su propia vida, vale decir, su razón de ser era el mismo, y no darse cuenta que este mundo es un regalo de Dios y es parte de lo que debemos cuidar y compartir para merecer la vida eterna.

■ En el primer espejo, se refleja lo que somos, aquello que en este momento particular de la historia hemos llegado a ser. La diferencia con el que se ha quebrado, es que este es más grande, porque permite ver la totalidad de nuestra realidad, pues rota la experiencia narcisista, se puede contemplar y ver en totalidad lo que somos. Esta visión ampliada de nosotros mismos, nos permite ir creciendo y pasar al segundo espejo.

■ En el segundo espejo, el joven vio a un hombre adulto, pues ese es el llamado, lo que debe ser, para poder situarse verdaderamente ante el mundo que lo interpela. Vale decir, que sólo se llega a ser adulto en la medida en que se rompe con la imagen ególatra de nosotros mismos, pasando por un conocimiento global de nuestra realidad hasta hacernos cargo, responsables de nuestra propia existencia y la de los demás. El hombre no está solo, sino que se encuentra en medio de los demás. Pasó a reconocer la existencia del otro como agente de su propia construcción de vida.Comenzando con cosas tan básicas como escuchar al otro, respetar la opinión del otro, al margen si estas de acuerdo o no, hacer ver tu opinión con respeto y tolerancia.De pasar de vivir la experiencia del "yo" a vivir con humildad la experiencia del "Nosotros".

■ En el tercer espejo, el joven se encontró con la imagen de Jesús, recordemos la inscripción: «lo mejor que debes desarrollar», esto refleja la realidad del Proyecto de Vida Cristiano. Todo ser humano, todo bautizado está llamado a reproducir en sí mismo la imagen de Jesucristo para poder llegar a ser persona en plenitud. Sólo llegamos a ser verdaderos hombres, en la medida en que vivimos como el «Verdadero Hombre», Jesucristo que se entregó por nosotros. El llegar a reproducir en nosotros la imagen de Jesucristo, equivale a decir «yo quiero ser santo», «yo quiero ser como Cristo hoy», «yo quiero ser un hombre pleno, feliz con los mismos sentimientos de Cristo», «yo quiero responder fiel y responsablemente al llamado de Dios». No tengamos miedo a pensar y querer ser como El, para eso mando a su hijo a este mundo para enseñarnos como debemos ser y eso esta claramente graficado en como fue nuestro Señor Jesuscristo.

Este tercer y último espejo, nos muestra nuestro proceso de «cristificación», vale decir, hace referencia al proceso en el cual vamos adquiriendo los mismos sentimientos de Cristo para ser realmente imagen de Dios.

Reflexionemos al respecto y tambien recordemos el mito griego que nos cuenta que Narciso, era un joven muy hermoso, que se enamoró de su propia imagen, reflejada en las aguas del río. Como pasaba contemplándose a sí mismo murió ahogado por su propia imagen.

Espero les guste, con todo cariño

No hay comentarios.: