lunes, abril 30, 2007

Canto católico

Hay tanta gente que necesita encontrar el amor en sus vidas.... Cantemos y recemos un poco con la Hermana Glenda, quien nos invita a dejarnos amar de verdad.

domingo, abril 29, 2007

Como Vivir Nuestro Pentecostés

<

Vida en Pentecostés
Nuestro Pentecostés

"Os conviene que yo me vaya, porque si no me fuere, el Abogado no vendrá a vosotros, pero , si me fuere, os lo enviaré... el Espíritu de verdad os guiará hacia la verdad completa" (Juan 16:7-13).

Si usted es un cristiano sin vida, sin reventar de alegría, quizás le pase lo que a los Apóstoles, que estuvieron 3 años con Jesús, fueron ordenados sacerdotes el Jueves Santo... pero hasta Pentecostés no conocían ni vivían las maravilla del Cristianismo...
El Domingo de Resurrección estaban con "miedo", cerradas las puertas por temor a los judíos (Jn.20:19)... fue en Pentecostés donde se dieron cuenta de lo grandioso que tenían: Jesús ya no estaba entre ellos, en carne y hueso, pero ahora era mucho mejor, ahora Jesús ¡estaba dentro de cada un de ellos!...
En Pentecostés lo comprendieron... y desde Pentecostés vivieron lo maravilloso que tenían, ¡el cristianismo!...
La obra de Jesús no terminó en el Calvario, ni en la Resurrección, ni en la Ascensión... se completó en Pentecostés... cuando envío el Espíritu Santo que condujo a los Apóstoles a la verdad completa...
Tu y yo necesitamos también al Espíritu Santo, dejarnos saturar de su Amor, que no nos pase lo que a los Apóstoles, ya ordenados sacerdotes, y sin saber ni vivir la maravilla de Cristo...
Todo esto que venimos hablando del Cristianismo es una utopía, ¡algo imposible de vivir!... Dar gracias a Dios por todo, hasta en el dolor... ser pobres felices... amar al que me odia... dar mi vida por el vecino... ser otro Cristo... ¡realmente una utopía!... un imposible para cualquier hombre, ¡pero un posible para Dios!...
El Espíritu Santo es el único maestro del cristianismo, para poderlo comprender, y, sobre todo, para poderlo vivir...
Sin el Espíritu Santo en nuestras vidas, somos nada, hojas que lleva el viento, cristianos tan flacos como los mismos Apóstoles hasta Pentecostés...
En Pentecostés, a los Apóstoles se les quitó el temor, empezaron a predicar a Cristo, sin miedo a nadie ni a nada, ¡con Jesús en su corazón!... y ahí nació la Iglesia al mundo... La Iglesia de Cristo nació realmente en el Calvario, como todos los nacimientos, envuelta en sangre y dolor, pero se hizo pública al mundo en Pentecostés, entre gozos y amor... un "mundo", en Hechos 2, representado por toda clase de razas y lenguas: Medos, partos, judíos, egipcios, romanos...
Tu y yo necesitamos nuestro Pentecostés, ¡como los Apóstoles!... ¡como la Virgen María!... lo que vamos a ver a continuación.

"Nuestro" Pentecostés
"El Espíritu Santo vendrá sobre ti... y por eso el hijo engendrado será santo, será llamado Hijo de Dios" (Lucas 1:35).
Tu y yo necesitamos "nuestro" Pentecostés, como lo necesitaron los Apóstoles, que habían recibido el Espíritu Santo en su Bautismo y de forma especial en su ordenación sacerdotal... pero no comprendieron ni vivieron la maravilla gozosa del cristianismo hasta "su" Pentecostés, en Hechos 2.
Tu y yo nos llamamos y somos cristianos... decimos que cada vecino es Cristo, ¡pero en cada minuto de día no tratamos a nuestro vecino como a Cristo!... Somos "otro Cristo", pero no somos mansos como Cristo, ni expulsamos demonios como Cristo, ni sanamos enfermos, ni resucitamos muertos como Cristo... a los Apóstoles les pasó lo mismo: Solo desde su Pentecostés comenzaron a ser testigos de la resurrección de Cristo, con su vida de gozo, dando a Dios gracias en todo... y viviendo como "otros Cristos", siendo mansos como Cristo, expulsando demonios como Cristo, sanando enfermos y resucitando muertos como Cristo-Jesús... ¡es la historia gloriosa de los Hechos de los Apóstoles!...
¡Tu y yo necesitamos "nuestro" Pentecostés!...
Hay 7 episodios de Pentecostés en el Nuevo Testamento:
1- El primero, le ocurrió a la Virgen María en Mateo 1, el primer capítulo del Nuevo Testamento, y en Lucas 1: El Espíritu Santo descendió sobre ella y engendró en ella a Jesús... ¡esta es la esencia de todo Pentecostés!... y con Jesús en su corazón, fue inmediatamente a "servir" a ayudar a su prima Isabel, y canto las glorias de Dios, el Magníficat, en Luc.1.
La razón de su glorioso Pentecostés, es que era "humilde esclava del Señor", como nos lo dice ella misma en el Magníficat: "Porque vio la humildad de su esclava...¡por eso! hizo en mí maravillas el Poderoso... ¡por eso! todas las generaciones me llamarán bienaventurada" (Luc.1:48-49).
El Espíritu sopla donde quiere y como quiere, es como el viento, que nadie sabe donde va ni de donde viene, le dijo Jesús a Nicodemo en Juan 3...
Pero ser "humildes", y ser "esclavos del Señor" es la mejor garantía para que el Espíritu se enamore de tí, y te llene de Cristo-Jesús...
Sólo los humildes como a Virgen María pueden comprender y vivir la maravillas del cristianismo... sólo los limpios de corazón pueden ver a Dios... (Mat.5:8).
Tenemos que ser como la Virgen María, ¡esclavos del Señor!... todo para el Niño, por el Niño, con el Niño, en el Niño... a la Virgen le era fácil, porque siempre tenía con ella a Jesús... a nosotros también nos debe ser muy fácil, porque siempre tenemos con nosotros a Jesús, que se nos presenta en el camino como blanco o moreno, rico o pordiosero... ¡cada vecino es Cristo! (Mat.25:31-46).

¡Pero lo primero es la "humildad"!: Ser humildes, como la Virgen, es vivir en la verdad; la humildad es la verdad... reconocer que yo soy muy poca cosa, como una gota de agua en el océano... y que Dios lo es todo... y por eso lo tengo que alabar y adorar constantemente, y darle gracias por todo... y ¡qué ironía!, ese Dios tan inmenso, me ama tanto que murió en cruz por mí, y me espera cada día en la Eucaristía... ¡eso es humildad!.
Dios es amor, ¡y es humildad!... es todopoderoso, ¡y todocariñoso!... ¡quiere vivir en tu corazón!...
En nuestro Pentecostés nos pasa lo que a la Virgen, ¡quedamos embarazados de Jesús!, por obra del Espíritu, ¡para darlo al mundo!... ¡un embarazo sin parto es una gran tragedia!... como hijos de María, nos tenemos que parecer a nuestra Madre, como todos los hijos se parecen un poco a sus madres...
2- El segundo Pentecostés del Nuevo Testamento ocurrió cuando María, con Jesús en su corazón, fue a ayudar a Isabel... ¡y esta se llenó del Espíritu!, y San Juan Bautista también, en Luc.1... Juan saltó de gozo, e Isabel, "gritó", "con voz fuerte" la alabanza más entrañable y poética que en la Biblia se hace de Jesús: "Tu Madre es la más bendita de todas las mujeres, y bendito seas tu, Jesús, el fruto de las entrañas de María" (Luc.1:42).
Quizás tu Pentecostés ocurra cuando un cristiano te vaya a ayudar, ¡con Jesús en su corazón!...
3- El tercer Pentecostés, ¡el grande!, de Hechos 2, ocurrió después que los Apóstoles hicieron 9 días de oración, ¡la primera novena de la cristiandad!, junto con María, y con los hermanos de Jesús, que en aquel entonces eran unos 120 (Hech.1:13-15).
Los apóstoles se llenaron del fuego del Espíritu, ¡se intoxicaron con el Espíritu!, que es más fuerte que cualquier droga, como nos dirán Pedro y Pablo (Hech.2:15, .5:18)...
Y con Jesús en su corazón, prendieron fuego al mundo entero conocido... en unos 30 años, el cristianismo llegó a toda Europa, hasta España...
Este "fuego del Espíritu" era Jesús en sus corazones, que les hacia vivir con gozo y amor, sin miedo a nadie ni a nada, y amándose los unos a los otros... no fueron sus prédicas lo que expandió el cristianismo, ¡había otros oradores mucho mejores que ellos!... ¡era su vida!, llena de alegría y de amor... ¡y todos se querían unir a ellos!... vivir la vida como ellos y con ellos...
Quizás la oración, ¡una novena!, sea una buena forma de que usted tenga su Pentecostés, haciéndola con otros hermanos, y con María en medio de ustedes...
4- El cuarto Pentecostés, el de Samaria, en Hechos 8, sucedió cuando Pedro y Juan impusieron sus manos sobre los cristianos de Samaria... y ocurrió algo tan grande que Simóm quiso comprar a Pedro el "poder de imponer la manos"... Simón había presenciado los milagros que hacía Felipe, en Hech.8:5, pero lo que realmente le impresionó fue lo que pasó en el Pentecostés (Hech.8:17)...
Siempre que estés con un sacerdote, o cualquier buen cristiano, pídele que te bendiga...
5- El quinto Pentecostés le sucedió a San Pablo, en Hechos 9, que iba en busca de los cristianos para "matarlos", y Jesús lo tiró del caballo y lo quedó ciego... y cuando Ananías a los 3 días le impuso las manos, recibió la vista y el Espíritu, y se transformó en el gran apóstol de Cristo... no porque ahora hablara mejor, sino porque explotaba de gozo y amor, con Jesús en su corazón...
6- El sexto Pentecostés, el de Cornelio y su familia, en Hechos 10, le sucedió a un "pagano", ¡a un soldado romano!, cuando Pedro le predicaba... y por primera vez se bautizó a uno que no era judío, era un gentil, ¡es el Pentecostés de los gentiles!... gracias a él tu y yo que no somos judíos, somos bautizados ahora en Cristo.
7- El último episodio de Pentecostés les ocurrió a los 12 cristianos que se encontró San Pablo en Efeso, ¡que ni siquiera habían oído hablar del Espíritu Santo!... les pasaba lo que a muchos cristianos de hoy día, que para ellos el Espíritu Santo es algo que puede ser que está ahí, pero que como que no les vale para gran cosa, no lo han experimentado... no se han llenado del fuego de su amor, ni hablan las lenguas del gozo, ¡no han explotado con Jesús en su corazón! (Hechos 19)...

martes, abril 17, 2007

ORDENACIONES SACERDOTALES

El sábado 21 de abril a las 10:00 horas en la Iglesia Catedral se efectuará, Dios mediante, la ordenación sacerdotal de los diáconos de nuestra diócesis Maurice Alvarado Cordero, Bernardo Astudillo Basulto, Winstor Hardy Vargas, Carlo Lillo López (Oratoriano) y Andrés Valenzuela Acevedo. La ceremonia la presidirá Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso.

Las Primeras Misas son las siguientes:

Sábado 21 de abril a las 19: 00 horas: P. CARLO LILLO, en la Parroquia "San Felipe Neri" de Villa Alemana.

Domingo 22 de abril a las 16:00 horas: P. ANDRÉS VALENZUELA, en la Parroquia "La Asunción de María" de Achupallas.

Domingo 22 de abril a las 20:00 horas: P. MAURICE ALVARADO, en la Parroquia "Santa María Madre de la Iglesia" de El Sol, Quilpué.

Lunes 23 de abril a las 19:00 horas P. BERNARDO ASTUDILLO, en el Santuario de Lo Vásquez.

Sábado 28 de abril a las 18:30 horas: P. WINSTOR HARDY, en la Parroquia de "Nuestra Señora del Rosario" de Quilpué.

Domingo 29 de abril a las 17:00 horas: P. BERNARDO ASTUDILLO, en la Parroquia "Santo Domingo de Guzmán" de La Ligua.

miércoles, abril 11, 2007

Misa para Catequista de Resurrección

Las Catequistas de la Parroquia asisten a una Misa de Resurrección entregada por el Padre Mario Erazo, en la Comunidad de Laurita Vicuña.

Jueves Santo en Sta Teresita de Los Andes de Caleta Higuerillas

Significado de la celebraciónEl Jueves Santo se celebra:
la Última Cena,
el Lavatorio de los pies,
la institución de la Eucaristía y del Sacerdocio
la oración de Jesús en el Huerto de Getsemaní.
En la mañana de este día, en todas las catedrales de cada diócesis, el obispo reúne a los sacerdotes en torno al altar y, en una Misa solemne, se consagran los Santos Óleos que se usan en los Sacramentos del Bautismo, Confirmación, Orden Sacerdotal y Unción de los Enfermos.

La Cena del Señor

LOS ELEMENTOS DE LA CENA DEL SEÑOR

1.a. El pan sin levadura utilizado en la cena de Pascua, representativo del cuerpo de Cristo. Siguiendo el ejemplo de nuestro Señor, no usamos cualquier pan; solo el pan sin levadura. Sabemos que en los días de Jesús hubieron Judios que hacian místura de sal y aceite con el pan para su propio placer.
a. Este pan no es Su cuerpo literal, como implica la doctrina de transubstanciación; es representativo de Su cuerpo.

LEA 1Corintios 11:26 –26 Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga.
En aquel momento, Su cuerpo estuvo presente, y claramente, Cristo se refiere a el elemento como PAN.

b. Transubstanciación es la conversión de los elementos de la Eucaristía en la consagración y por medio de la consagración, de la substancia del pan y el vino, al cuerpo y sangre de Cristo.

2. El fruto de la vid, algunas versiones dicen vino. Este es el vino que se usó en la cena de la Pascua. Este fruto de la vid no era Su sangre literal, para este tiempo Su sangre no se había derramado; después de dar gracias, Jesús todavía le llama fruto de la vid. Mateo 26:29

C. COMO DEBEMOS PARTICIPAR DE LA CENA DEL SEÑOR

1. Otra vez, seguimos el ejemplo de nuestro Señor.
a. Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido…..Y tomando una copa, y habiendo dado gracias (Mateo 26:26-27, Marcos 14:22-23); Y habiendo tomado pan, después de haber dado gracias,….. De la misma manera tomó la copa (Lucas 22:19-20) tomó pan, y después de dar gracias, lo partió…..De la misma manera tomó también la copa (1 Corintios 11:24-25).
b. La oración de Jesús fue acción de gracias por los elementos de la Cena del Señor. No fue una oración de satisfacción general. Un día de éstos, escuche las palabras que se ofrecen en la oración sobre la mesa del Señor. Le pedimos a Dios que seamos dignos, o le pedimos que nos haga consciente del significado, o que nos ayude a participar en manera digna o que nos bendiga cuando participamos, pero raramente se oye GRACIAS POR ESTE PAN.

El Agape de la Hermana Gloria

LA INSTITUCIÓN DE LA CENA DEL SEÑOR
A. Cristo mismo instituyó la Cena del Señor.
1. Mateo 26:26-2926 Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.27 Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella;28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados.29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

2. 1 Corintios 11:23-2623 Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que es para vosotros; haced esto en memoria de mí.25 De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces la bebáis en memoria de mí.26 Porque todas las veces que comáis este pan y bebáis esta copa, la muerte del Señor proclamáis hasta que El venga.
.

martes, abril 10, 2007


NOSOTROS RESUCITAMOS CON JESÚS
Esta es la noche en la que, por toda la tierra, los que confiesan su fe en Cristo son arrancados de los vicios del mundo y de la oscuridad del pecado,son restituidos a la gracia y son agregados a los santos.Esta es la noche en que,rotas las cadenas de la muerte,Cristo asciende victorioso del abismo.

En la Vigilia Pascual celebramos dos cosas fundamentales: Que Jesús vive y que nosotros vivimos su vida.
La misma celebración es una realidad sagrada, un acontecimiento con fuerza salvadora. Escuchamos la proclamación en las lecturas de las maravillas que Dios ha ido haciendo a lo largo de la historia (Creación, paso del mar Rojo etc.) que culminan en la resurrección de Jesús. Y estos acontecimientos proclamados por la Palabra se cumplen en la asamblea reunida en el nombre del Señor. La Palabra y los símbolos hacen presente y viva la salvación en la Iglesia.
La celebración es el cumplimiento de la salvación. La celebración de la Vigilia Pascual constituye un nacimiento de la nueva vida en la Iglesia. Es hoy, al celebrar el acontecimiento fundamental de la historia, cuando el cristiano recibe personalmente la salvación ganada "de una vez por todas" por la Resurrección del Señor. El tema fundamental, pues, de la Vigilia Pascual, es la novedad de vida que manifiestan las lecturas que nos hablan de las acciones de Dios en el mundo y que se realiza por la renovación del Bautismo y la participación en la Eucaristía.
En nuestra fiesta acogemos a Cristo como luz del mundo representado en el cirio pascual del que encendemos nuestras velas. Cristo, la luz definitiva, es también nuestra luz. Por el Bautismo, que renovamos en nuestra celebración, hemos pasado a formar parte de su Cuerpo, la Iglesia, hemos muerto y resucitado con él. Por la Eucaristía seguimos participando siempre de la presencia de su vida entre nosotros. La Vigilia Pascual, en su celebración, es para el creyente la ocasión sagrada de renovar sacramentalmente su configuración con Cristo.

Jesús Venció la Muerte

Jesús resucitado está por encima de todo, su valor sobrepasa el de cualquier persona o acontecimiento anterior o posterior, ni siquiera la muerte es capaz de acabar con él, ni con su mensaje y su vida. Su palabra es la palabra de Dios, su Espíritu es el Espíritu de Dios, sus valores y actitudes son los valores y actitudes del mismo Dios. Creer en Jesús hoy es compartir esta experiencia y esta convicción. Si ponemos a Jesús, su vida y su muerte en segundo lugar frente a cualquier otra cosa negamos su resurrección y con ella su divinidad. Jesús no es un asunto de vida o muerte, sino algo más importante todavía, porque él vale más que la vida y que la muerte. Creer que Jesús ha resucitado, que es Dios, significa reconocer la divinidad, la prioridad absoluta, de todo aquello por lo que él vivió y murió.
Aceptar a Jesús resucitado como nuestro Dios es aceptar cómo Dios nuestro aquél a quien Jesús llamó Padre. Este poder supremo del bien, la verdad y el amor, más fuerte que cualquier otro poder, podemos ahora verlo y reconocerlo en Jesús, tanto en lo que él dijo sobre el Padre como en lo que el mismo fue. Creer en Jesús es saber que el bien puede y tiene que triunfar sobre el mal, lo mismo que Jesús ha triunfado y triunfa sobre la muerte. A pesar del mal del mundo, a pesar de las dificultades que se interponen en nuestra vida, el hombre puede ser y acabará siendo libre como Jesús lo es aún a pesar de la muerte.

Jesús Resucitó


Los primeros cristianos fueron los que experimentaron el poder de la presencia de Jesús entre ellos incluso después de su muerte. Cuando todo parecía perdido, cuando el anuncio de la Buena Noticia corría el peligro de convertirse en una ilusión pasada, descubrieron que Jesús seguía guiándolos e inspirándolos, algunos de los que le habían visto y conocido lo vieron de nuevo vivo después de su muerte. Había resucitado.
La resurrección de Jesús produjo, y sigue produciendo, tal impacto en nosotros, sus seguidores, que nos resulta imposible creer que nadie pueda ser mayor que él. La resurrección no significa simplemente que Jesús volvió a la vida, sino que se ha mostrado como el único y definitivo criterio del bien y del mal, de la verdad y de la mentira, la única esperanza para el futuro, el único poder capaz de transformar el mundo

Vigilia Pascual


Sábado Santo. VIGILIA PASCUAL
En la Vigilia Pascual celebramos la resurrección del Señor. En la oscuridad de la noche surge una luz nueva, Cristo, en cuya resurrección, buena noticia definitiva para el mundo, participamos por el Bautismo y la Eucaristía.
CRISTO HA RESUCITADO
¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, HA RESUCITADO.
Lc 24,5-6

Décimo Cuarta Estación

«Fue crucificado, muerto y sepultado...». El cuerpo sin vida de Cristo fue depositado en el sepulcro. La piedra sepulcral, sin embargo, no es el sello definitivo de su obra. La última palabra no pertenece a la falsedad, al odio y al atropello. La última palabra será pronunciada por el Amor, que es más fuerte que la muerte. «Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto» (Jn 12,24).


El sepulcro es la última etapa del morir de Cristo en el curso de su vida terrena; es signo de su sacrificio supremo por nosotros y por nuestra salvación. Muy pronto este sepulcro se convertirá en el primer anuncio de alabanza y exaltación del Hijo de Dios en la gloria del Padre.


«Fue crucificado, muerto y sepultado (...); al tercer día resucitó de entre los muertos».
Con la deposición del cuerpo sin vida de Jesús en el sepulcro, a los pies del Gólgota, la Iglesia inicia la vigilia del Sábado Santo. María conserva en lo profundo de su corazón y medita la pasión del Hijo; las mujeres se citan para la mañana del día siguiente del sábado, para ungir con aromas el cuerpo de Cristo; los discípulos se reúnen, ocultos en el Cenáculo, hasta que haya pasado el sábado.


Esta vigilia acabará con el encuentro en el sepulcro, el sepulcro vacío del Salvador. Entonces el sepulcro, testigo mudo de la resurrección, hablará. La losa levantada, el interior vacío, las vendas por tierra, será lo que verá Juan, llegado al sepulcro junto con Pedro: «Vio y creyó» (Jn 20,8). Y, con él, creyó la Iglesia, que desde aquel momento no se cansa de transmitir al mundo esta verdad fundamental de su fe: «Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicia de todos los que han muerto» (1 Cor 15,20).


El sepulcro vacío es signo de la victoria definitiva, de la verdad sobre la mentira, del bien sobre el mal, de la misericordia sobre el pecado, de la vida sobre la muerte.
El sepulcro vacío es signo de la esperanza que «no defrauda» (Rm 5,5). «Nuestra esperanza está llena de inmortalidad» (Sb 3,4).

Oremos: Señor Jesucristo, que por el Padre, con la fuerza del Espíritu Santo, fuiste llevado desde las tinieblas de la muerte a la luz de una nueva vida en la gloria, haz que el signo del sepulcro vacío nos hable a nosotros y a las generaciones futuras y se convierta en fuente viva de fe, de caridad generosa y de firmísima esperanza.
A ti, Jesús, presencia escondida y victoriosa en la historia del mundo, honor y gloria por los siglos. Amén.

Décima Tercera Estación

Aqui les mostramos parte del Vía Crucis.

Escuchemos la Decimo Tercera Estación, Jovenes de Confirmación representan el Vía Crucis.

A CONTINUACIÓN COMPARTO CON USTEDES PARTE DEL VIA CRUCIS EN VIDEO, FELICITAMOS A TODOS QUIENES PARTICIPARON DE ELLA, SOBRE TODO A LOS JÓVENES DE CONFIRMACIÓN QUE CON MUCHA DEDICACIÓN FUERON PARTE IMPORTANTE DE ESTE VIA CRUCIS.


Undécima EstaciónJesús es clavado en la cruz

Te adoramos Jesus, y te bendecimos, que por tu Santa Cruz redimiste al mundoAménCargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas nos han curado. (1 Pe 2, 24)
Atravesé tus manos y tus pies, no con clavos sino con pecados.Tus manos, Señor, igual a las mías; pero ellas sólo han repartido paz y ternura.Las mías, amargura.Tus pies, hacia la choza del pobre han dado sus pasos. Los míos hacia el ocaso.Cada vez que levanté mis manos para horadar las tuyas, tuve que buscar tus sagradas palmas.Al entrar en los clavos, mordía mi propia alma.Siempre, Señor, ahora lo entiendo, estuviste con las manos abiertas, generoso hasta en el dolor y tu rostro mirando al cielo mientras yo buscaba en ídolos, consuelo.Mi Dios, dame fuerzas para abrir mis manos; que de ellas salgan caricias, bondad, dulzura y caridad.Dame la gracia de mirar al cielo y clava Tú mi corazón con el deseo ferviente de tocar a la puerta de tu casa y decirte, sin temor, Abbá, Padre, aquí estoy.Abre, que te quiero, que me muero sin tu amor.No permitas que mis manos ejecuten violencia ni mis pies me lleven lejos de tu presencia. Dame la gracia de que mis manos sean tus manos y mis pies sólo caminen a tu lado.
Oración: Méteme, Padre Eterno, en tu pecho, misterioso hogar. Dormiré allí, pues vengo deshecho del duro trabajar.
Por tu dolorosa pasión, Señor,ten piedad de nosotros y del mundo entero.Ten piedad de mí.

lunes, abril 09, 2007

Irradiar a Cristo

Irradiar a Cristo

¡Oh, Jesús!Ayúdame a esparcir tu fragancia donde quiera que vaya. Inunda mi alma de tu espíritu y vida. Penétra me y aduéñate tan por completo de mí, que toda mi vida sea una irradiación de la tuya. Ilumina por mi medio yde tal manera toma posesión de mí, que cada alma conla que yo entre en contacto pueda sentir tu presencia en mi alma.Que al verme no me vea a mí, sino a Tí en mí. Permanece en mí. Así resplanderceré con tu mismo resplandor, y que mi resplandor sirva de luz para los demás. Mi luz toda de Tí vendrá, Jesús; ni el más leve rayo será mío. Serás Tú el que iluminarás a otros por mi medio.Sugiéreme la alabanza que más te agrada, iluminando a otros a mi alrededor. Que no te pregone con palabras sino con mi ejemplo, con el influjo de lo que yo llevea cabo, con el destello visible del amor que mi corazón saca de Tí. Amén

Acompañando a Jesús en La Cruz
El Vía Crucis

El Vía Crucis es una tradición que tenemos los cristianos para seguir los pasos de nuestro Señor Jesús en el Calvario. Como dice San Juan: "Dios es amor" y la mayor manifestación de ese amor es en el momento de su muerte. Jesús se entrega totalmente a los hombres, pasa por la dificultad de la Cruz y nos salva de todos nuestros pecados. Cuando uno revive el Vía Crucis no es para sufrir, sino para aprender del amor que Dios nos tiene, ese amor incondicional, el de dar su vida por nosotros.
Jesús nos amo y se dio del todo, con su muerte pago por todos nuestros pecados. Al realizar el Vía Crucis nos disponemos a acompañarlo por el camino del dolor, a ofrecerle nuestro pobre corazón, a amarlo y a agradecerle por su amor incondicional.
Pidámosle a nuestro Señor, que nos permita acompañarlo en este viaje, que podamos ver con atención sus pasos en la Cruz, cada una de sus palabras, y por sobre todas las cosas, el amor que nos tiene. Junto a él aprenderemos a llevar nuestra propia Cruz.
Acompaña a Nuestro Señor durante su pasión mediante la devoción del Via Crucis.
Vía Crucis
El camino de la cruz
Arrodíllate ante el altar, haz un Acto de Contrición, y forma la intención de ganar las indulgencias bien para ti, o para las almas en el Purgatorio. Después di: SEÑOR mío Jesucristo,Tu anduvistes con tan grande amor este camino para morir por mí, y yo te he ofendido tantas veces apartándome de Ti por el pecado; mas ahora Te amo con todo mi corazón, y porque te amo, me arrepiento sinceramente de todas las ofensas quete he hecho. Perdóname, Señor, y permíteme que te acompañe en este viaje. Vas a morir por mi amor, pues yo también quiero vivir y morir por el tuyo, amado Redentor mío. Si, Jesús mío, quiero vivir siempre y morir unido a Ti.

PRIMERA ESTACIÓN Jesús sentenciado a muerte
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera cómo Jesús, después de haber sido azotado y coronado de espinos, fue injustamente sentenciado por Pilato a morir crucificado. (Aquí se hace una pequeña pausa para considerar brevemente el misterio, y lo mismo en las demás estaciones.) ADORADO Jesús mío: mis pecados fueron más bien que Pilato, los que os sentenciaron a muerte. Por los méritos de este doloroso paso, os suplico me asistáis en el camino que va recorriendo mi alma para la eternidad. Os amo, ¡ oh Jesús mío más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mi como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

SEGUNDA ESTACIÓN Jesús es cargado con la cruz
V. Te adoramos, Cristo. y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera cómo Jesús, andando este camino con la cruz a cuestas, iba pensando en ti y ofreciendo a su Padre por tu salvación la muerte que iba a padecer. AMABILÍSIMO Jesús mío: abrazo todas las tribulaciones que me tenéis destinadas hasta la muerte, y os ruego, por los méritos de la pena que sufristeis llevando vuestra Cruz, me deis fuerza para llevar la mía con perfecta paciencia y resignación. Os amo, ¡ oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

TERCERA ESTACION Jesús cae la primera vez debajo de la cruz
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera esta primera caída de Jesús debajo de la Cruz. Sus carnes estaban despedazadas por los azotes; su cabeza coronada de espinas, y había ya derramado mucha sangre, por lo cual estaba tan débil, que apenas podía caminar; llevaba al mismo tiempo aquel enorme peso sobre sus hombros y los soldados le empujaban; de modo que muchas veces desfalleció y cayó en este camino. AMADO Jesús mío: más que el peso de la Cruz, son mis pecados los que os hacen sufrir tantas penas. Por los méritos de esta primera caída, libradme de incurrir en pecado mortal. Os amo, ¡ oh Jesús, amor mio !, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén.
Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

CUARTA ESTACIÓN Jesús encuentra a su afligida madre
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera el encuentro del Hijo con su Madre en este camino. Se miraron mutuamente Jesús y Maria, y sus miradas fueran otras tantas flechas que traspasaron sus amantes corazones. AMANTÍSIMO Jesús mío: por la pena que experimentasteis en este encuentro, concededme la gracia de ser verdadero devoto de vuestra Santísima Madre. Y Vos, mi afligida Reina, que fuisteis abrumada de dolor, alcanzadme con vuestra intercesión una continua y amorosa memoria de la Pasión de vuestro Hijo. Os amo, ¡Oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

QUINTA ESTACIÓN Simón ayuda a Jesús a llevar la cruz
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera cómo los judíos, al ver que Jesús iba desfalleciendo cada vez más, temieron que se les muriese en el camino y, como deseaban verle morir de la muerte infame de Cruz, obligaron a Simón el Cirineo a que le ayudase a llevar aquel pesado madero. DULCÍSIMO Jesús mío: no quiero rehusar la Cruz, como lo hizo el Cirineo, antes bien la acepto y la abrazo; acepto en particular la muerte que tengáis destinada para mí, con todas las penas que la han de acompañar, la uno a la vuestra, y os la ofrezco. Vos habéis querido morir por. mi amor, yo quiero morir por el vuestro y por daros gusto; ayudadme con vuestra gracia. Os amo, ¡ oh Jesús, amor mío! más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén.
Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

SEXTA ESTACIÓN La Verónica limpia el rostro de Jesús
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera cómo la devoto mujer Verónica, al ver a Jesús tan fatigado y con el rostro bañado en sudar y sangre, le ofreció un lienzo. y limpiándose con él nuestra Señor, quedó impreso en éste su santa imagen. AMADO Jesús mío: en otro tiempo vuestro rostro era hermosisímo; mas en este doloroso viaje, las heridas y la sangre han cambiado en fealdad su hermosura. ¡ Ah Señor mío, también mi alma quedó hermosa a vuestros ojos cuando recibí la gracia del bautismo, mas yo la he desfigurado después con mis pecados. Vos sólo, ¡ oh Redentor mío!, podéis restituirle su belleza pasada: hacedlo por los méritos de vuestra Pasión. Os amo, ¡oh Jesús, amor mío!, más que a mi mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

SÉPTIMA ESTACIÓN Jesús cae la segunda vez con la cruz
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera la segunda caída de Jesús debajo de la Cruz, en la cual se le renueva el dolor de las heridas de su cabeza y de todo su cuerpo al afligido Señor. OH pacientísimo. Jesús mio. Vos tantas veces me habéis perdonado, y yo he vuelto a caer y a ofenderos. Ayudadme, por los méritos de esta nueva caída, a perseverar en vuestra gracia hasta la muerte. Haced que en todas las tentaciones que me asalten, siempre y prontamente me encomiende a Vos. Os amo, ¡ oh Jesús, amor mío! más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

OCTAVA ESTACIÓN Las mujeres de Jerusalén lloran por Jesús
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera cómo algunas piadosas mujeres, viendo a Jesús en tan lastimosa estado, que iba derramando sangre por el camino, lloraban de compasión; mas Jesús les dijo: no lloréis por mí, sino por vosotras mismas y por vuestras hijos. AFLIGIDO Jesús mío: lloro las ofensas que os he hecho, por los castigos que me han merecido, pero mucho más por el disgusto que os he dado a Vos, que tan ardientemente me habéis amado. No es tanto el Infierno, como vuestro amor, el que me hace llorar mis pecados. Os amo, ¡ oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

NOVENA ESTACIÓN Jesús cae por tercera vez con la cruz
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera la tercera caída de Jesucristo. Extremada era su debilidad y excesiva la crueldad de los verdugos, que querían hacerle apresurar el paso, cuando apenas le quedaba aliento para moverse. ATORMENTADO Jesús mío: por los méritos de la debilidad que quisisteis padecer en vuestro camino al Calvario, dadme la fortaleza necesaria para vencer los respetos humanos y todos mis desordenados y perversos apetitos, que me han hecho despreciar vuestra amistad. Os amo, ¡ oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

DÉCIMA ESTACIÓN Jesús es despojado de sus vestiduras
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera cómo al ser despojado Jesús de sus vestiduras por los verdugos, estando la túnica interior pegada a las carnes desolladas por los azotes, le arrancaran también con ella la piel de su sagrado cuerpo. Compadece a tu Señor y dile: INOCENTE Jesús mío: por los méritos del dolor que entonces sufristeis, ayudadme a desnudarme de todos los afectos a las cosas terrenas, para, que pueda yo poner todo mi amor en Vos, que tan digno sois de ser amado. Os amo, ¡ oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

UNDÉCIMA ESTACIÓN Jesús es clavado en la cruz
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera cómo Jesús, tendido sobre la Cruz, alarga sus pies y manos y ofrece al Eterno Padre el sacrificio de su vida por nuestra salvación; le enclavan aquellos bárbaros verdugos y después levantan la Cruz en alto, dejándole morir de dolor, sobre aquel patíbulo infame. OH despreciado Jesús mío. Clavad mi corazón a vuestros pies para que quede siempre ahí amándoos y no os deje más. Os amo, ¡ oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido: no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez: haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

DUODÉCIMA ESTACIÓN Jesús muere en la cruz
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera cómo Jesús, después de tres horas de agonía, consumido de dolores y exhausto de fuerzas su cuerpo, inclina la cabeza y expía en la Cruz. OH difunto Jesús mío. Beso enternecido esa Cruz en que por mí habéis muerto. Yo, por mis pecados, tenía merecida una mala muerte, mas la vuestra es mi esperanza. Ea, pues. Señor, por los méritos de vuestra santísima muerte, concededme la gracia de morir abrazado a vuestros pies y consumido por vuestro amor. En vuestras manos encomiendo mi alma. Os amo, ¡ oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, y me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

DECIMOTERCERA ESTACIÓN Jesús es bajado de la cruz
V. Te adoramos. Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera cómo, habiendo expirado ya el Señor, le bajaron de la Cruz dos de sus discípulos. José y Nicodemo, y le depositaran en los brazos de su afligida Madre, María, que le recibió con ternura y le estrechó contra su pecho traspasado de dolor. OH Madre afligida. Por el amor de este Hijo, admitidme por vuestro siervo y rogadle por mí. Y Vos, Redentor mío, ya que habéis querido morir por mí, recibidme en el número de los que os aman más de veras, pues yo no quiero amar nada fuera de Vos. Os amo, ¡ oh Jesús, amor mío!, más que a mí mismo, me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.

DECIMOCUARTA ESTACIÓN Jesús colocado en el sepulcro
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R. Porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Considera cómo los discípulos llevaron a enterrar o Jesús, acompañándole también su Santísima Madre, que le depositó en el sepulcro con sus propias manos. Después cerraron la puerta del sepulcro y se retiraron. OH Jesús mío sepultado. Beso esa losa que os encierra. Vos resucitasteis después de tres días; por vuestra resurrección os pido y os suplico me hagáis resucitar glorioso en el día del juicio final para estar eterna-mente con Vos en la Gloria, amándoos y bendiciéndoos. Os amo, ¡ oh Jesús, amor mio!, más que a mí mismo, me arrepiento de todo corazón de haberos ofendido; no permitáis que vuelva a separarme de Vos otra vez; haced que os ame siempre y disponed de mí como os agrade. Amén. Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria. Amado Jesús mío, Por mí vas a la muerte, Quiero seguir tu suerte, Muriendo por tu amor; Perdón y gracia imploro, Transido de dolor.


PARA LA REFLEXIÓN Y PUESTA EN COMÚN

Les dejo esta reflexión considerando lo vívido y lo espuesto acá de todo lo que se trata esta celebración

Podríamos preguntarnos ¿Qué es lo que más nos impacta? y ¿Por qué?


¿Cómo podríamos explicar a los demás, basándonos en lo leído y en nuestra propia experiencia, lo que los cristianos celebramos en la Celebración de la Pasión del Señor?

Les dejo estas reflexiones para que mediten y den sus experiencias, los espero.

Aceptar la Cruz del Señor


La cruz supone la ruptura definitiva de los hombres con Dios. Por parte de los hombres la cruz realiza la muerte de Dios en el mundo, la mayor profundización del pecado. Por parte de Dios la cruz representa el olvido del único que merecía ser recordado por él: Jesús muere como un maldito, un abandonado de Dios. Es la ruptura más total que puede darse entre Dios y el hombre.Paradójicamente es en la cruz donde Jesús lleva al extremo su misión en el mundo. En la cruz Jesús perdona, pide la gracia allí donde ya no puede haber gracia. Perdonando Jesús ama a los hombres hasta el límite. Al mismo tiempo, abandonado de Dios, Jesús muere invocándolo, entregándose a él en su misma muerte.En la cruz Jesús vive hasta el final la muerte como separación. Separado de los hombres, supera esta barrera por el perdón. Separado de Dios, supera esta barrera por la invocación. En la cruz del Señor descubrimos la presencia del perdón y de la invocación de Dios en lo más profundo del pecado. Contemplando la cruz vemos que en el mismo pecado hay ya perdón, que en el mismo olvido de Dios hay ya recuerdo. Este perdón y este recuerdo pueden más que ningún pecado: Podemos hablar a Dios como Padre porque Jesús, muriendo en la cruz ha dado el testimonio mas radical y profundo de esta posibilidad.Después de todo descubrimos que, realmente, Jesús es rey y su trono es la cruz. Está coronado de espinas, pero es rey. Es abandonado por Dios, pero entrega el Espíritu. La cruz es el broche definitivo del camino salvador del Hijo de Dios entre los hombres.

LA CRUZ DE LA IGLESIA
Tu cruz adoramos, Señory tu santa resurrección alabamosy glorificamos.Por el madero ha venido la alegría al mundo entero
En la celebración del Viernes Santo destaca el rito de la Adoración de la Cruz que es presentada a la Iglesia y a la que todos los presentes nos dirigimos para besarla. Debemos recordar ahora que la cruz, antes de ser utilizada como símbolo y adornada, es en primer lugar un instrumento de tortura (A los cristianos les desagradaba tanto la cruz que la imagen de Jesús crucificado solo es representada a partir del Siglo V).Besar la cruz significa estar dispuesto a aceptarla. Aceptar la cruz del Señor, su camino de entrega por los demás que le llevó a la muerte, y aceptar la propia cruz el camino que cada uno de nosotros tenemos para unirnos al que nos llama desde el Calvario. Este rito es el testimonio de nuestro deseo de poner nuestra vida en manos de Dios, como Jesús, para bien del mundo.En la cruz, instrumento de muerte, nosotros reconocemos la vida; en la cruz, patíbulo de condenados, nosotros vemos el trono triunfal de Cristo. Desde el primer Viernes Santo la cruz es el instrumento de nuestra victoria, por eso la adoramos.

Oración a Jesús Crucificado por Nuestro Párroco Padre Mario Erazo


LA CRUZ DEL SEÑOR
Después de esto, sabiendo Jesús que todo había llegado a su término, para que se cumpliera la Escritura dijo: -Tengo sed. Había un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca. Jesús, cuando tomó el vinagre dijo: -Está cumplido. E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
Jn 19,28-30

Pasión y Muerte de Jesús

La Pasión y Muerte de Jesús no son un accidente casual motivado por el desconocimiento y la insensatez de unos cuantos, sino la culminación de su vida, el desenlace de una tragedia que comenzó a tramarse con su nacimiento. Por eso para comprender lo que significa la Cruz hay primero que comprender lo que significa su vida.Vamos primero a plantearnos la situación anterior cuyo resultado es la muerte de Jesucristo: el pecado. El sentido profundo del pecado consiste, todos lo sabemos, en la negación de Dios, el rechazo de su voluntad en nuestra vida que conduce a la desaparición de la posibilidad de dirigirse a él de forma natural e ingenua, como un niño pequeño se dirige a su padre. Por eso con el pecado aparece la angustia, la necesidad de relacionarse, sea como sea, con Dios, pero experimentamos que Dios es el Tú con el que nunca se puede tratar de igual a igual, el que, desde su perfección, saca a la luz nuestra imperfección.En esta situación aparece Jesús como enviado de Dios que propone una nueva relación con él: Dios es Padre que perdona. Esta, que es la imagen definitiva de Dios, no fue aceptada por los hombres. Jesús había prestado durante toda su vida el servicio de mostrar a Dios como Padre para provocar la fe en su reino, en el perdón de los pecados. Esto conllevaba una transformación radical de la vida de los hombres, si Dios nos llama y acoge a todos las barreras que nos separan comienzan a no tener ningún sentido. Por eso llegó el momento en que, si Jesús continuaba con su obra, muchos serían molestados e intentarían deshacerse de él.
Jesús podía haberse escondido o haber cambiado su forma de hablar y actuar para proteger su vida. Sin embargo no lo hizo, para él anunciar y vivir la Buena Noticia no era algo anecdótico o pasajero, sino una realidad de tal trascendencia que merecía la pena arriesgar y perder la vida por ella. La muerte de Jesús es la consecuencia de que, para él, su mensaje y su misión fueron aún más importantes que la misma vida.

Viernes Santo, Homilia por Padre Edgardo Fernández


Viernes Santo. CELEBRACIÓN DE LA PASIÓN DEL SEÑOR
El Viernes Santo la Iglesia celebra la muerte victoriosa de Jesús. En la cruz vemos al Señor y en él descubrimos la posibilidad de colmar todas las ansiedades de nuestro mundo. La cruz es la revelación de nuestro destino: el triunfo de Cristo es la victoria de todos.
LA VIDA Y LA MUERTE DE JESÚS
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo los amó hasta el extremo.
Jn 13,1

domingo, abril 08, 2007

Lavado de Pies,por nuestro Vicario Padre Cristián Moya

EL LAVATORIO DE LOS PIES
Es un gesto propio de esta celebración que queda resaltado por la liturgia. En él tenemos el resumen de todo lo que significa el Jueves Santo. Con la narración del lavatorio de los pies y su realización la liturgia nos transmite el sentido más profundo de la Eucaristía.
Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: -¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros? Vosotros me llamáis "el Maestro" y "el Señor", y decís bien, porque lo soy. Pues si yo, el Maestro y el Señor, os he lavado los pies, también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros: os he dado ejemplo para que lo que yo he hecho con vosotros, vosotros también lo hagáis. Jn 13,12-15

El lavatorio de los pies, acción humillante y propia de esclavos, es el símbolo de la persona de Jesús y su actuación, de su entrega radical que incluye la Eucaristía. Cristo es el sacramento primordial y la eucaristía es la revelación de Cristo y de su amor a los suyos hasta el extremo, así como la respuesta de éstos en la fe y en la caridad. No se trata simplemente de un ejemplo moralizante, sino del símbolo de la entrega de Cristo y de sus discípulos que es celebrada en la Eucaristía. Es el mismo Señor quien, con el pan y la copa, nos dice: "haced esto en memoria mía", y quien, como esclavo a los pies de los hermanos, nos dice "también vosotros debéis lavaros los pies unos a otros". Eucaristía y fraternidad son las dos caras de una misma moneda. Celebrar la Eucaristía es, por tanto, tomar parte en la carne humillada de la entrega total del Hijo y exaltada por la obra transformadora del Espíritu, ser injertados en la vida para dar frutos de amor en el mundo.

Amor y Servicio


AMOR Y SERVICIO
Hemos visto como la celebración del Jueves Santo está centrada en el amor de Cristo que se entrega por sus hermanos. La conclusión práctica de esta celebración debe ser el amor y el servicio de los cristianos.El Jueves Santo es día del amor fraterno. El sacrificio de Cristo debe comprometernos a amarnos. Es un día para examinarnos en el amor a la luz de Cristo. No se trata de buenas palabras, sino de hechos.
También en este día celebramos la institución del ministerio de la Iglesia. En los ministros ordenados Cristo quiere seguir presente en medio de su comunidad como el que parte el pan y lava los pies de los discípulos. Más allá de la limitación y pobreza de los hombres que lo realizan, en los ministros de la Iglesia reconocemos la presencia permanente de Cristo como servidor de su comunidad.

Misa de la Cena del Señor

La Eucaristía es tradición recibida. No se trata de una celebración individual donde cada uno hace lo que quiere, sino de una tradición recibida del Señor a través de la Iglesia. Este camino de la tradición del Señor a través de las generaciones cristianas es el que hace posible la renovación de la cena y la pasión del Señor en todos los momentos de la historia. Es un camino de ida en la historia que hace posible la vuelta, el recuerdo vivo y presente del sacrificio del Señor.
La Eucaristía es sacrificio memorial. Es sacrificio pues la sangre es símbolo de la nueva alianza realizada en la cruz del Señor. Es también memorial, no simple recuerdo: La acción litúrgica realiza verdaderamente la salvación. El pasado (la cruz del Señor) se hace accesible en el presente (la vida de la Iglesia) por medio de la celebración. En la celebración tenemos, pues, el memorial y el símbolo de la muerte del Señor. La Eucaristía nos da el ejemplo de la entrega de Cristo para hacerlo realidad en nuestra vida. Finalmente la Eucaristía es anuncio de la muerte del Señor hasta que vuelva. El Señor presente en la Eucaristía es ya un anticipo ante el mundo de lo que será la culminación de la obra salvadora de Dios.

Jueves Santo

Actividades de Semana Santa

Jueves Santo. MISA DE LA CENA DEL SEÑOR
La celebración del Jueves Santo está centrada en la institución de la Eucaristía en la que la Iglesia descubre y celebra la actitud de amor fraterno de Cristo que se continúa en el servicio de los cristianos.

INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA
Porque yo he recibido una tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: que el Señor Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía". Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo bebáis, en memoria mía". Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva.
1Co 11,23-26.

jueves, abril 05, 2007

ACTIVIDADES PASTORALES 2007

COMUNIDAD LAURITA VICUÑA


MARZO : Cuaresma, Vía Crucis dentro de la
Capilla, una vez a la semana.


ABRIL : Procesión Domingo de Ramos.
Actividades de Semana Santa
: 15 de abril viaje peregrinación al
Santuario de Laurita Vicuña.


MAYO : Pentecostés


JULIO : Peregrinación a Santa Teresa de Los
Andes.


SEPTIEMBRE : 01 al 08 “Novena de Laurita Vicuña y
Natividad de la Virgen María”



OCTUBRE : Semana de la Familia.


NOVIEMBRE : Mes de María
Aniversario de la Comunidad
4 de Noviembre. Festividad María
Reina.

DICIEMBRE : Término mes de María (procesión).
Peregrinación a lo Vásquez.
Obra de Navidad.

ACTIVIDADES PARA RECAUDAR FONDOS
CAPILLA LAURITA VICUÑA
2007



22 de Abril 2007 : 1º Convivencia de la Comunidad
Inicio del año.

06 de Mayo 2007 : Bingo organizado por la Catequesis

02 de Junio 2007 : Plato Único


Mes de Julio 2007 : Peña Folclórica organizada por grupo
De baile “María Reina”.


01 de Septiembre 2007 : Plato Único.


27de octubre : Plato Único.


17 de Noviembre 2007 : Kermés


16 de Diciembre 2007 : Convivencia de la Comunidad,
Finalización de año.

Reflexiones del Obispo de Valparaíso para el Viernes Santo

¿QUÉ PASA CON EL PESCADO Y LOS MARISCOS?

(Reflexiones del Obispo de Valparaíso para el Viernes Santo)

Pareciera que para algunos, incluso cristianos, lo más importante del Viernes Santo es el tema de comer pescado o mariscos. Los medios se preocupan ampliamente del tema: calidad, cantidad y precios; y las autoridades cumplen responsablemente su labor de control de calidad y prevención de enfermedades.

¿Por qué el tema “del pescado” en Semana Santa?

Para los cristianos el Viernes Santo es, precisamente, un día especial, un día “santo”. En él celebramos no la muerte y el “funeral” de Jesús, sino su “Muerte Victoriosa” en la Cruz. La Cruz es recibida en la Liturgia de este día como un Trofeo de Victoria. Cristo, por su muerte voluntariamente aceptada (“nadie me quita la vida, soy yo quien la doy por mi propia voluntad” Juan 10, 18)) triunfa definitivamente sobre el pecado, el demonio y la muerte. Y -aquí está lo hermoso- da a todo creyente que sigue sus pasos la posibilidad y la certeza de triunfar, también él mismo, sobre estos tres enemigos. Y, finalmente, “resucitar con Cristo”, como nos dice el apóstol Pablo.

El Viernes Santo es un día de recogimiento profundo, pero también de íntimo gozo para el creyente que espera con convicción la Resurrección del Señor.

Y a todo esto, ¿qué pasa con el pescado?

En este día recordamos también con dolor que la Pasión de Jesús continúa viviéndose en nuestro mundo en el sufrimiento injusto de millones de inocentes: hombres, mujeres, niños y pueblos enteros víctimas de la injusticia de los poderosos y de la indiferencia y despreocupación de muchos de nosotros. También la Pasión se prolonga en todo hombre y mujer de fe y esperanza que acepta con amor los dolores y contrariedades de la vida y los ofrece junto con Cristo. Y para hacernos solidarios del dolor de Cristo y de los hermanos, la Iglesia nos invita a la penitencia. Por ejemplo, el ayuno y la abstinencia de carne, viejas prácticas cuyo verdadero sentido es “no probar bocado” en este día o comer como los más pobres de entre los pobres (cuyo alimento era en los tiempos antiguos el pescado). Y compartir con los pobres y necesitados el producto de nuestras privaciones. No se trata de ayunar hoy y “desayunar” mañana. Y comer un rico pescado o un sabroso mariscal es cumplir “la cáscara” de la ley y no interiorizar su verdadero sentido espiritual y solidario.

Ojalá que todos tengamos un “santo” Viernes Santo, compartido con los dolientes y sufrientes de nuestro mundo.

Los bendice de corazón,


Gonzalo Duarte García de Cortázar ss.cc.
Obispo de Valparaíso

lunes, abril 02, 2007

Juan Pablo II "El Grande"

Hoy estamos recordando el segundo año del fallecimiento de nuestro querido Papá Juan Pablo II.

Se abrió oficialmente en la Basílica romana de San Juan de Letrán, el proceso de beatificación del Papa Juan Pablo II, con una solemne ceremonia en la que se recordó la vida y legado de “El Grande”.

tambien queremos compartir un poema del Padre joaquín Alliende Luco, de la Academia Chilena de la Lengua,dedicado a juanPablo II, tras su muerte.

Llegar a Roma este 8 de abril
(al poeta pontífice desde el avión)

Tres ataúdes para su cuerpo de viento.

Tres cajas para la siembra Estuario del Tíber en Roma.

Cuatro millones de pies polacos.

Ciprés, cinc, nogal: tres ataúdes.Y cuatro millones de otro pies,de otros huérfanos viajeros.

Ciprés tras el invierno.Cinc mudo (sólo hablan los orantes).

Nogal crecido en Wadowice, a treinta y tres kilómetros de Auschwitz.

Karol vuela. Karol canta.

Karol besa los aeropuertos como altares.

Consagra ojos y lenguas.

Karol reina. Karol rema.

Karol cae como pelícano atravesado por la lanza en altamar.

Llama Karol: “Conducid mar adentro.

No temaís, remeros libres, abrid la barca al Dios Resucitado,

abridla como los huérfanos desvelan rendijas entre sus lágrimas y sus águilas,

abrid vuestros portones como dos labios de María.

Sed bienaventurados.

Yo lo soy. Magnifica mi alma al Señor. Amén”.

You are my God






Tony Melendez, cantante religioso discapacitado, hermoso

domingo, abril 01, 2007

Procesión al Llegar al Templo

Procesión al Llegar al Templo, proclamando al Señor .

El Grupo de Baile Religioso María Reina de la Capilla Laurita Vicuña, le puso el marco de Fuerza y tezón, pequeños con mucha fe,devocióny respeto cantaron,bailaron y tocaronen honor a Nuestro Señor Jesuscristo.

Peregrinación de Domingo de Ramos 2007


Hermosa estuvo la Peregrinación de Domingo de Ramos, buena asistencia de Feligreses, le dieron un marco emotivo a la ceremonia, cantos, oraciones y ramos agitandose al viento acompañando a nuestro Señor hasta el templo, junto a los feligreses nuestro Párroco que con agilidad y resistencia va haciendo oraciónyanimando a la multitud.